Mafia III, domar las fuerzas del cambio
"Para ser un mundo abierto que calca el modelo de Grand Theft Auto, los trayectos en Mafia III en los que vas de el punto A al punto B en coche que duren más de diez segundos son raros. En una de las pocas ocasiones, ya digo, vuelvo desde el Bayou, los pantanos de esta New Boudeaux del juego trasunto de Nueva Orleans, hasta el centro de la ciudad. Son unos 3 kilómetros en el mundo del juego. Es de noche, llueve, y hay tráfico abundante en la carretera comarcal por donde manejo el armatoste que he robado. El viaje dura lo suficiente para poder escuchar al completo “Eve of Destruction” de Barry McGuire. La dice:
“The eastern world it tis explodin',
Violence flarin', bullets loadin',
You're old enough to kill but not for
votin',
You don't believe in war, but what's that
gun you're totin',
And even the Jordan river has bodies
floatin',
But you tell me over and over and over
again my friend,
Ah, you don't believe we're on the eve of
destruction.”
Mientras suena el estribillo (We’re on the eve of destruction) pienso:
“este momento sí que está bien”. Nunca más se repitió ese sentimiento. Mafia III es un sandbox repetitivo,
alargado hasta la nausea y sin sentido en un momento en el que el modelo “chico
de los recados” está en cuestión, precisamente, por aquello de lo que esta
tercera entrega saca pecho. Ahora bien, tiene la mejor música que se puede
pagar con dinero; pero solo escucharas a retales porque los viajes duran menos
de treinta segundos, lo que dice bien mucho de cómo se ha producido el trabajo
de Hangar 13."
Lo que resta de análisis de Mafia III, domar las fuerzas del cambio para Antihype en este enlace.
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