Cuphead - Cuando todo era posible
"Después de pasar por el calvario de una
docena de jefes finales se llega hasta el casino de King Dice. Aunque todo el
camino hasta allá uno tiene la sensación de estar ante un videojuego muy grande,
de algo enorme tanto en su dimensión estética, en su jugabilidad o como
producto único, es en el enfrentamiento con King Dice cuando te das cuenta del
edificio que los hermanos Chad y Jared Moldenhauer han levantado con Cuphead.
King Dice nos propone un mini-juego
dentro del juego donde debemos enfrentarnos a una cantidad de mini-jefes a cada
cuál más imaginativo. Podemos irlos “sorteando” algunos si somos capaces de
trucar las tiradas de un dado que Dice nos suelta. Pese a esto no vamos a pelear
con menos de tres además del mismísimo King Dice. Sobra decir que el toda la
secuencia es difícil. Según sea tu capacidad para hacerte con el juego te puede
llevar varias horas aprender cómo superar a cada uno de los jefes, conseguir
las tiradas que necesitas y acabar con King Dice. El nivel de dificultad ahí sí
que está colocado para que o bien tires la toalla o bien quieras ir a por
todas. Porque después de King Dice solo queda el enfrentarse al Demonio en
persona."
Lo que queda del análisis de Cuphead para Antihype lo podéis leer en este enlace.
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