Síntomas de Agotamiento

Así puestos, Rajoy, fumándose su puro en la Avenida de las Américas (6th av., NYC), parece el más normal de todos ellos.

Ellos no son los que tienen síntomas de agotamiento por todo lo que está pasando. No. Están en la cresta de la ola. Cuando alguno de ellos rememoren los años del 2008 al 2013 y en adelante, pensarán que fueron grandísimos años. ¡Qué tiempos aquellos! ¡Cuando éramos reyes!

En una web donde apareció por primera vez el actual ministro Delgado con los testículos de un ciervo recién matado en la cabeza, destaca un internauta en sus comentarios que esto es una práctica habitual en las cacerías cuando se quiere desvirgar a un novato. A lo que añade" es algo NORMAL que se lleva haciendo toda la vida en todos los sitios." Dejando de lado la interesante pregunta sobre si debería haber cierta ética del ocio para cualquiera de nosotros, no quisiera pensar que hubiera pasado en EE.UU si Obama sostuviese los cojones de un búfalo sobre su cabeza, o si Merkel cazase elefantes... ?¿Es posible que pasaran por encima de todo ello con total impunidad? Nunca lo sabremos, seguro. Y no lo sabremos porque esa gente sepa tapar mejor sus miserias del día a día, que pudiera ser, si no porque no lo van a hacer. Traten de imaginarlo... Difícil, ¿verdad?. Ahora piensen en un pais del tercer mundo y ya verán como la resistencia a la imaginación no encuentra tope.

"Normal" y "que lleva haciéndose en todos lados desde siempre" son palabras propias de un conjunto vacío. Valen para justificar todo y para no decir nada. ¿Me da igual cómo se divierta esta gente? Pues no. No quiero un mundo en el que mis Ministros se vayan de montería y se coloquen los guevos de un ciervo muerto como montera mientras hacen el símbolo de la victoria. Ese no es el mundo en el que quiero vivir.

Pensé hace tiempo que ese toque de país subdesarrollado había sido erradicado de España. Me equivoqué. Ahora no nos resulta difícil volver a imaginar a cualquiera de nuestros dirigentes en la situaciones más escabrosas posibles. 

Siempre puede quedar la posibilidad de pensar que "al menos están trabajando por nosotros, y su barbarie quedará mitigada por sus sucesivos aciertos en el terreno político." Pero ni si quiera nos queda ese consuelo.

Somos nosotros los que estamos mostrando serios síntomas de agotamiento. 

O cesa la barbarie o nos vamos a dejar llevar por ella.