Poesía máquina ( de cómo se genera cultura mientras se piratea)
Hace más de un año, mientras aún no sabía muy bien qué hacer con Mottainai, abrí otro blog inspirado en lo que algunos artistas del espacio virtual se dedicaban a hacer. Nació Captcha Haiku. Tenía una vocación de espacio artístico colaborativo en el que se invitaba a colgar poemas Captcha a todos aquellos que estuvieran dispuesto a ello. Lo inicié en inglés y todo –teniendo en cuenta mis dificultades con el idioma –para darle un toque tipo internacional. Que no se limitase exclusivamente al ámbito castellano-parlante.
¿En qué consistía Captcha Haiku?: la creación de poemas automáticos generados por los códigos Captcha de las páginas de descarga directa. Antes de la hecatombe post-cierre de Megaupload, en las páginas de descarga directa podíamos encontrar el archivo partido en varias partes para facilitar su acceso. Cada vez que una parte se iniciaba un nuevo código captcha pedía que insertáramos unas palabras aleatorias para saber si éramos unos robots tratando de hacer no se sabe muy bien el qué. Lo de denominarlo poesía haiku tiene sentido pues aunque no tenga mucho que ver, formalmente tienen un parecido asombroso.
La subversión de Captcha Haiku –para que veáis que tenía cierto trasfondo teórico como buena propuesta de arte contemporáneo, ay, ay… -radicaba en el hecho de que mientras demostrábamos a la máquina que no éramos bots al reconocer los caracteres, los aprovecharíamos como poesía de la máquina, algo que se presupone algo no humano sería incapaz de poder hacer. El juego entre actividades propias de cada mundo se entrecruzaba en la poesía aleatoria virtual. Por otra parte, la poesía Captcha trataba de darle un giro a la polémica ley Sinde que estaba a punto de aprobares: se estaban creando artefactos culturales mientras, se supone, se destruía la industria pirateando. O sea, que el acto de piratería genera cultura.
Acabé abandonando el proyecto por dos motivos: 1) La caída de Megaupload hizo que dejase de usar gestores de descarga, con lo que ahora debo buscar archivos que no esten partidos, y eso produce un código Captcha que no forma en sí un poema según las reglas que especificaban aquí. 2) La gracia era hacer un proyecto colaborativo. Si no recibía propuestas aquello dejaba de tener razón de ser. Cierto es que aunque le di algo de difusión, posiblemente no le di la suficiente, o los que lo vieron no lo consideraron interesante. Aquí dejo la propuesta de nuevo, si alguien le quiere dar difusión adelante, que pase el link a través del blog y me mande los resultados para que los cuelgue.
Al tener el compilador de poemas la posibilidad de ponerle nombre, se daban ciertas circunstancias divertidas. El nombre era sugerido por la propia estructura sonora del poema, pero podría ser cualquier cosa. Os dejo algún ejemplo.
CAPTCHA HAIKU Nº01 "Barehein Blues" (Generated by fileserve on «Balada triste de trompeta», 3 files)
«Isrla social
whend conflict.
examples onterre»
(02/19/2011)
Si acompañabas el poema con alguna imagen aleatoria, la experiencia estética podría resultar de lo más surreal-vanguardista.
CAPCHA HAIKU Nº06 "Promise me Vegas, Glasvegas." (Generated by filesonic on «Animal House», 4 files)
«thomson oldsoon
lestont toughness
Medal messmar
atmerche dragoons»
Uno de mis preferidos fue el que se formó sobre un texto del filósofo José Medina gracias al mal funcionamiento de la impresora del trabajo. Podréis encontrar su poema involuntario y su historia aquí.
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