Arkham Noir
"Como tantas otras cosas conocí a H.P.
Lovecraft antes por un juego que por su literatura. Es cierto que algo me
sonaba porque su figura enjuta de rasgos alargados y mandíbula propia de un
Austria había aparecido por las Año Cero que compraba cuando era pequeño;
recordaba fragmentos informes como que escribía en Weird Tales y que una copia
de El Necronomicón está en la Universidad de Buenos Aires (Argentina). El
crédito auténtico de descubrirme los Mitos se lo debo al juego de rol La Llamada
de Cthulhu de Sandy Petersen.
El juego tenía (y tiene aún) demasiadas
cosas con las que me sentía cómodo: el sistema de juego sencillo, reglas
escasas, no se centra tanto en la lucha como en la investigación y se ambienta
en el mundo real de los años 20… aunque lo que me fascinó de verás fue el hecho
de que los personajes pudieran volverse locos con los horrores a los que se enfrentan.
¡Peor! ¡Podían enloquecer sólo por leer un libro! Los investigadores podían ser
tipos corrientes que se dedican a cosas tan mundanas como bibliotecario,
periodista, arqueólogos o incluso ricos diletantes".
El resto del análisis de Arkham Noir en Antihype en este enlace.
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