Thimbleweed Park
"En 1990 Ron Gilbert dinamitó las
aventuras gráficas con la que sigue siendo la mejor de la historia. Pese a que
Maniac Mansion llegó tres años antes, The
Secret of the Monkey Island fue el patrón oro de todo lo que vendría
después.
El humor irreverente, los anacronismos,
las conversación brillantes, los enrevesados puzles y, sobre todo, las
autoreferencias con las que Gilbert rompía la cuarta pared se mezclaron para
traernos al clásico inmortal que es ese aspirante a pirata llamado Guybrush
Threepwood y sus aventuras por el Caribe. Por supuesto que el éxito tanto de
Monkey Island como de su increíble segunda parte no fueron fruto solo de Ron
Gilbert. Por aquel entonces en LucasArts estaban las mentes más brillantes de
toda una generación dedicados a hacer aventuras gráficas. Sin embargo, el
tiempo ha venido a darle la razón a los que pensaban que sin Gilbert las
aventuras de LucasArts perdían alma (excepto, tal vez, Grim Fandango, un juego
sobre almas y muertos)".
El resto del análisis de Thimbleweed Park para Antihype en este enlace
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