Amsterdam –Hamsterdam (I)
Esta foto es de Ámsterdam. Vemos Ámsterdam gracias a la foto. Un día que desconocemos a una hora que desconocemos. Sin embargo, es Ámsterdam. La ciudad que sobrevive tras el dique de contención que impide que el incontrolable mar la arrase. Tras el dique éste espera que haya un descuido en la estricta organización de los poderes políticos y las fuerzas sociales para desbaratarlo todo.
Casi todo el mundo sabe de Ámsterdam que a) Es muy bonita, b) que las drogas están legalizadas y puedes fumarte un canuto como un pepino sin que te encierren (siempre y cuando lo hagas dónde se te dice que practiques el asunto), c) es una ciudad muy segura y d) en el Barrio Rojo las prostitutas se asoman por los escaparates. Que la ciudad esté montada sobre la escalofriante idea de que si fallasen los diques a esta se la tragaría el Mar del Norte no parece afectar ni a los turistas, ni, por supuesto, a los habitantes. Que se sepa –aunque tampoco habito esos lugares –no hay una psicosis generalizada al respecto. Sin embargo, cuando se nombra el apocalipsis del cambio climático, los gráficos muestran de una forma clara y específica cómo Ámsterdam será irremediablemente ahogada por las imparables y desbocadas fuerzas de la naturaleza.
Esto es un fotograma de un capítulo de la tercera temporada de The Wire. Lo que vemos requeriría una explicación que va más allá de la mera descripción. La contextualización exige que pensemos en el sueño del Mayor Colvin de la policía de Baltimore –West Baltimore -“Bunny” para sus amigos. Colvin pierde la esperanza ante la lucha contra la droga: se percata de que el trabajo policial está siendo desperdiciado en pequeños arrestos sin importancia y que el verdadero trabajo policial –el que afecta directamente a la comunidad como las violaciones, los grandes robos o, sobre todo, la violencia –se dejó de lado a favor de las estadísticas. Así que “Bunny”, al que le queda poco para retirarse, decide legalizar las drogas en lo que se denominan free zones. Así, sin tener que gastar los excasos recursos en la persecución de delincuentes de tres al cuarto, los policías pueden dedicarse al verdadero trabajo. Los corner boys de Baltimore, que son empujados a trabajar en las zonas libres, bautizan el lugar como Hamsterdam: lo hacen por desconocimiento; para la mayoría de ellos huir significa "cruzar de West Baltimore a East Baltimore, como bien dice “Proposition” Joe. Pero creo que las cabezas pensantes de The Wire –Simon, Burns o Pelecanos, entre otros –saben perfectamente a qué están jugando cuando proponen todo este dilema ético y social que entraña la posibilidad de las free zones y el contraste entre Ámsterdam y Hamsterdam. La segunda, pese a las buenas intenciones del Mayor Colvin, es el dique de contención contra las fuerzas de la naturaleza que son las drogas. Un dique a punto de venirse abajo, ya sea porque no funciona y la presión de las drogas y el anárquico impulso de la heroína hace ceder la presa o bien porque funciona y las instituciones se encargarán de demolerlo.
Esto es una foto del antiguo poblado chabolista de La Rosilla, situado en Vallekas, Madrid. Su demolición comenzó en el 2000. Estuve presente en la primera jornada cuando las máquinas comenzaron a tirar el lugar. Andaba lejos pues la policía no nos permitió el acceso, después tampoco volví. Ahora ni siquiera sé que hay. ¿Probablemente nada? No hace falta decir que era uno de los foso de droga más importantes de toda el cinturón obrero de Madrid. Su desaparición debería haber supuesto un «duro golpe» en la lucha contra las drogas.
Esta es una foto de Las Barranquillas del 2009 según su autor Pablo Herráiz, reportero gráfico. También en Madrid, claro. En ella, no es muy dificil adivinarlo, podemos ser testigos de un consimo de heroína y otras sustancias estupefacientes. Ver, bueno, ver no; pero intuímos su potencial consumo. La imagen, beckettiana y desoladora es el reducto free zone de Madrid, pese a quién le pese.
¡Ay Ámsterdam! ¡Ay Hamsterdam!
¿Qué será de vosotras cuando el dique ceda?
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