Arriesgar la vida por la vida
"En 1992, mientras en España buscábamos nuestra identidad en el
espejo de la modernidad europea, Christopher McCandless puso en riesgo su vida
para encontrarle sentido a la vida.
Poco después de graduarse quemó su dinero, rompió
las tarjetas de identificación, crédito y del Wall Mart, donó a obras de
caridad lo que quedaba de su fondo universitario y se propuso recorrer Estados
Unidos. McCandless pretendía conocerse a sí mismo, solo que en lugar de preguntar
al oráculo de Delfos cargó su mochila con el Walden de Thoreau, los relatos de frontera de Jack London y algo de
Tolstoi. Recorrió Texas, navegó California en canoa, cruzó la frontera con
México, subió hasta el estado de Washington y desde allá hasta Fairbanks
(Alaska). Su viaje comenzó en su coche –que quedó inservible tras una
inundación –y acabó en el autobús de línea número 142 de Fairbanks –abandonado
en mitad del páramo, el vehículo servía de refugio para cazadores. Pasó algo
más de cuatro meses allí en soledad hasta que algo que comió le produjo una
severa intoxicación. Sus músculos se paralizaron y fue incapaz de retener o de
tragar alimentos. Encontraron su cadáver en el catre del autobús dos semanas
después. Tenía 21 años."
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All travelers on the true path reach a point in the seemingly endless journey where futility has the power to drain all ability of continuation.
ResponderEliminarIt is seen at this point that the road seemingly goes on forever and the very thought that over the next rise would be the end is not entertained as possible anymore.
But a glance over the shoulder quickly confirms that behind lurks an equally infinite journey back to hellish mediocrity that inspired the journey to first begin.
Thus a traveler is stuck between worlds and the perils of the journey have taken their toll.
The traveler knows they are not the same person who began the journey anymore.
Too much has been lost and sacrificed along the way.
Too many wonders both beautiful and horrible have been witnessed in the solitude of the ancient and silent paths.
It is impossible to go back, yet seemingly just as impossible to move forward.
And what is forward? How much less can a person become?
How complete must the hollowing of a soul be before one can be declared as truly empty? What does it really mean to be the living dead? To walk as a ghost among the living?
The traveler feels this, at this stage in the journey, as the crushing weight of futility.
Life is seen for the lie that it is. It is impossible to buy in anymore. The bullshit is massive and the stench permeates all of human existence. The traveler is choked by it, in each moment of breathing from here on.
So the traveler sits on a rock on the side of the path and waits. They want an answer to how they can exist like this? How can they escape these feelings of despair? What they can do to move beyond these feelings?
They sense if they can move forward then somehow things will complete themselves and they can know some peace in final truth.
But this is the riddle of the journey that each traveler must solve on their own.
A past traveler can say what the journey truly is, but each new traveler must experience this uniquely, personally, in that final moment of dissolution and awaking to really know what the journey truly is.
And as all past journeyers have experienced, somewhere along the way they become lost, stray off the main path and never find it again.
The real truth that all journeyers discover is that no one ever reaches the end.
Somewhere along the way all journeyers figure it out, break of the main trail and vanish into the wilderness. They find a quiet dark place and lie down. And they never rise from that spot. In time even their bones no longer pay tribute to a successful journey.
The every day activities of life no longer have the flavor of despair.
Each activity is fully engaged.
There is no more judgment of activity for there is no longer any judger of activities.
Indeed they have learned that this was always the way it was.
There never was any “one” or “thing” who engaged in activities.
The illusion was the belief in a doer and all the drama attendant with such a doer.
But the newly awakened journeyer now moves through life with utter freedom.
There is no despair anymore.
The journeyer stands now as the universe itself, changing, busy and free.
All individuality or thought of individuality is gone.
There is only a movement through all of life in freedom.
There has only ever been this moment, this perfect moment of empty of life, shared in silence and solitude with shadows.
Steven Norquist, author of "Haunted Universe. The True Knowledge of Enlightenment".
http://hauntedpress.net
‘La ciudad’
ResponderEliminarConstantino Cavafis
Dices: "Iré a otra tierra, hacia otro mar
y una ciudad mejor con certeza hallaré.
Pues cada esfuerzo mío está aquí condenado,
Y muere mi corazón
lo mismo que mis pensamientos en esta desolada languidez.
Donde vuelvo los ojos sólo veo
las oscuras ruinas de mi vida
y los muchos años que aquí pasé o destruí".
Pero no hallarás otra tierra ni otro mar.
La ciudad irá en ti siempre. Volverás
a las mismas calles. Y en los mismos suburbios llegará tu vejez;
en la misma casa encanecerás.
Pues la ciudad es siempre la misma. Otra no busques -no la hay-
ni caminos ni barco para ti.
La vida que aquí perdiste
la has destruido en toda la tierra.
Hexagrama 15. La modestia.
ResponderEliminarSi no eres igual a los demás y por ello no eres libre; si no sufres como los demás y por ello sientes una soledad profunda y poderosa; si no perteneces a la misma rama de mamíferos carnívoros, porque tú sólo te alimentas de la hierba que crece tímida en tu alma; y si por todo ello, te parece irresistible vivir; como dice Lowry: “si tu alma no puede sostener el cadáver de tu cuerpo”; lo mejor, escúchame, lo mejor, es transformarte hacia lo que son ellos, ser como ellos, pintarte con su misma palidez, hablar con sus siniestros y ambiguos signos. Así pasarás desapercibido. Mientras tanto, en la soledad de tu cuarto, bajo la lluvia natural que tu techo y las paredes arrojan, bajo el ardor del sol de tu lámpara, dejarás la huella imborrable de lo que pudiste haber sido.
Hexagrama 22. La gracia.
Caminarás descalzo sobre el fuego y tendrás sed. Sentirás el maravilloso vértigo de las dunas, y correrás para siempre en el desierto hundiéndote de arena hasta las rodillas. Buscarás sin encontrar y la desilusión no llegará a brotar de tu alma. Comprenderás el verdadero sentido de la palabra búsqueda, de la palabra espera. El sudor hará de ti alguien grande, y el agua brotará de todos los rincones del espacio. Beberás las palabras, porque todas las palabras son húmedas. Y entonces podrás volver, no sé adónde ni cuándo, pero volverás, lleno, como los frutos.
Pilar González España, 'El cielo y el poder' (poemas).
'Ahora bien, el auténtico tesoro, el fin de nuestras miserias y esfuerzos, nunca está lejos, no debe buscarse en una región distante; está en lo más íntimo de nuestros hogares, o sea, nuestro ser… Pero se produce el extraño y persistente hecho de que sólo tras un oportuno viaje a remotas regiones, un país extranjero o una tierra extraña, el sentido de la voz interior que guiará nuestra búsqueda puede revelarse ante nosotros'.
ResponderEliminarHeinrich Zimmer
Muchas gracias por las citas que has enviado, Jesús. Me parecen oportunas y muy interesantes. Son un complemento perfecto para el texto :-)
ResponderEliminarUn saludo